Las leyendas sobre la fuerza del amor están muy difundidas. Una de ellas es la que cuenta como la localidad vallisoletana de Medina del Campo, consiguió que un río, el Zapardiel, pasara por su término. Fue hace mucho tiempo, cuando en todo el lugar no había fuentes, arroyos ni ríos, y en un año en que la sequía castigaba con especial dureza a estas tierras. Llegó a la villa un caballero, de probada valía y poseedor de gran fortuna, que se enamoró de una de las jóvenes de la nobleza local. Uno tras otro, rechazó la doncella sus requerimientos amorosos, hasta que al fin, ya cansada, envió a sus criadas a decirle al joven que no se casaría con él hasta que el río Zapardiel, muy alejado de la ciudad, regara sus jardines y huertos. Partió triste el caballero, dando por perdida a su amada, cuando se le ocurrió la idea. Contrató a cuantos trabajadores pudo, y gastando toda su fortuna, consiguió abrir un nuevo curso al río, que llegó a Medina del Campo, y pasó bajo los balcones y ventanas de su dama, regando huertas y jardines. Desde entonces, el Zapardiel ha cambiado la fisonomía de la villa, y continúa fluyendo por el cauce abierto por amor.
La Barrica de la Oca
sábado, 5 de abril de 2008
Una leyenda de Valladolid
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