jueves, 10 de abril de 2008

Peñafiel

Su origen se remonta a culturas prehistóricas, aunque es durante la Reconquista cuando se asienta un núcleo urbano al pie del cerro que domina el castillo.
A principios del siglo X Penna Fidele se erige como plaza fuerte frente al Islam, pasando a depender a finales de siglo del Condado de Castilla. Con Sancho García, adquiere una posición privilegiada como castillo de frontera.
Morada de reyes y nobles, sus muros recuerdan la estancia de Doña Urraca, Fernando III o Alfonso X, aunque fue, sin duda, Don Juan Manuel, el gran señor de la Villa, eligiéndola como el lugar preferido de todos sus estados. Especialmente significativo fue el nacimiento en la Villa del príncipe de Viana, Don Carlos.
A partir del siglo XV, Don Pedro Girón, Maestre de la Orden de Calatrava y conde de Urueña, se hace con el Señorío de Peñafiel. Desde entonces éste permanece en poder de la familia Girón hasta el siglo XIX, ostentando los títulos de marqueses de Peñafiel y duques de Osuna.
No es de extrañar el desconocimiento que existe sobre el Marquesado de Peñafiel cuando más de una centuria de silencio ha campado por estos pagos. Nuestros pueblos han ido olvidando -no se sabe si queriendo o sin querer- sus propias señas de identidad, sus raíces. Peñafiel es un caso más, que habituado a ver por su castillo, calles y edificios el escudo de los Téllez-Girón, desconoce que Felipe II creó un Marquesado con este título para los primogénitos de la Casa de Osuna.
Desde que el 1 de octubre de 1556 Felipe II otorgara el Marquesado de Peñafiel a Don Juan Téllez-Girón y Guzmán, "acatando los muchos buenos y leales servicios que nos ha hecho y los que esperamos que él y vos nos haréis de aquí adelante", que con el tiempo se convertirá en 11 Duque de Osuna, el título quedó ligado a los primogénitos de esta Casa Ducal. Por ello el Marquesado recae en la actualidad sobre Doña Ángela María Solís-Beaumont y Téllez-Girón, XVII Duquesa de Arcos desde 1956, hija mayor de la XVI Duquesa de Osuna, doña Ángela María Téllez-Girón y Duque de Estrada, y de su primer esposo Don Pedro Solís-Beaumont y Lasso de la Vega, XVI Duque de Arcos.
De este modo, el Marquesado de Peñafiel viene a recordar la historia de su predecesor del siglo XV, el Ducado de Peñafiel, cuyo único titular, el infante Don Juan de Aragón llegó a ser Rey de Navarra y de Aragón y casó, en segundas nupcias, con Doña Juana Enríquez, madre del futuro Fernando el Católico y tía del I Duque de Medina de Rioseco. Dicha Casa Ducal, ya desaparecida la línea masculina que enlazaba con el fundador, entroncó en 1736 con la de Benavente.
Más adelante, por enlace matrimonial de los Benavente y los Osuna, pasó a esta última y, desde 1982, es su titular como Duquesa Doña María de la Asunción de Latorre y Téllez-Girón, hija menor de la XVI Duquesa de Osuna y de su segundo esposo don José María de Latorre y Montalvo. La Duquesa de Medina de Rioseco es, por tanto, hermana de la Marquesa de Peñafiel. Ambas tienen otras dos hermanas: Doña María de la Gracia Solís-Beaumont, XIX Duquesa de Plasencia, y doña Pilar de Latorre, XV Duquesa de Uceda. Cabe apreciar, pues, las hondas raíces históricas del marquesado, que nos traen el recuerdo de algunos de los linajes de más abolengo en la Castilla de antaño y en la España de hogaño.

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